martes, 15 de octubre de 2013

163

Rocío está sola a través de su cara sin rostro, sentada en el fondo de un lago saca sus sueños desde una caja, en el centro de mis palabras ve letras que ya son otras, en el centro de ese centro vive mi ausencia, su vacío está perfumado, ahí no hay más que yo ahogado con su voz, nada que decir al silencio del espacio en que ya fuimos, todo es amor que clava su ritmo en un charco de sombra, que se hunde en lo que nunca se quiso decir, las promesas no se hacen visibles en los afectos que deshabitan los palacios del alma de mi lenguaje, un espacio de negro no es lo que yo quería decir, toda pasión es un pretexto para buscar luz en el color de un deseo más profundo, la tristeza se mata en algo que ya ha muerto, nadie nos vio nunca, nunca tuvimos las manos unidas, la noche cae azul en su propia desaparición, la bruma dice la verdad y le regala una escalera a un niño, a veces una moneda ríe más allá de sí misma, cubre su vida con la tuya, nace una idea fija en un instante de inmersión, el escenario entra en tu vacío, sacas tu cabeza que se vuelve mensaje, eres como una concha de aire, un jorobado que acaricia la claridad busca el nacimiento de su suicidio entre luces que no se abren, la alegría es el lugar para buscar a quien te busque, una memoria cerrada se introduce dentro la música, los senos dicen una pequeña canción, un manchón de musgo se enciende bajo un relámpago de espuma, el orgasmo de un unicornio entra en una mujer de manos crispadas, en el fondo de sus piernas vive una reina, su ternura es muda, los rasgos de una sonrisa de agua besa las formas del rumor en el que escribo, ella no sabe qué hacer con tanto de mi "yo" al interior de sus gestos, un sueño abierto es todo lo que tiene, lo agota, anda hacia donde no hay nadie para irse donde nunca nadie ha llorado, lo que ve es indecible cuando lo que se va es su interior.