martes, 1 de octubre de 2013

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La lluvia cae, se rompe, me pega con sus gotas sobre la sutura del alma, yo, esta tarde, en el recodo de la ruta, decidiré cómo inmovilizarme por toda la eternidad, el silencio se hará rojo cuando me empape de infinitud, con un vértigo su corazón y mi palabra se alcanzaron, consiguieron arrancarse un movimiento que se hizo húmedo, después, sólo lo espeso, ¿ habrá dormido alguna noche con sus manos en el corazón ?, eres un espacio ausente, algo mal dibujado en mi cerebro, la distancia canta y se encierra, brusca vive entera, pegada a tu carne sabe que la muerte fija tintas en las bóvedas del cielo, pero aún tus besos jadean en mis labios, miran al mundo en medio de una cascada de emulsiones pulsadas desde un arco iris turbio, hay un lenguaje fracturado en palabras, hoy hablo de tu vientre abierto como una fruta, de tus rodillas fijas sobre mis costillas, de tus senos como oferta redonda sobre la mirada, ellos son como dos huellas locas, o como dos cascabeles tan suaves como uvas, que hoy nadan sobre la forma de mis ojos y me aman despoblados hasta llegar a mi boca, no encontraron nunca un alma gemela porque nadie llegó hasta sus sueños, nadie alcanzó lo que dejaste desde ese centro abierto, un destino ahogado que siempre trató con la fría suma de los días, tu luchabas - así se decía- y la oscuridad se amaba en tu luz, nadie lo entendió, quise entonces detenerte, eras un bello maniquí suspendido entre escombros, la presencia muda del amor buscado por aquél color no encontrado, y te tuerces en una espiral de humo, vas a morir para entrar silenciosa a tu pasado, quien se va... tiene secretos que busca lentamente, yo escribo ahora por donde tu sueño alea, y levanto tus plumas porque eres mi bicho, mi hembra de espuma, mi fieltro más sincero, así te veo, te veo, y tras tus pezones.. vigilo esos dos panes que son como dos campos blancos, una convulsión, quieta, me estudia para sumergirse, ¿ a quién le digo ahora cómo hablas por mi respiración ?