miércoles, 9 de octubre de 2013

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Los gatos le muerden el corazón, la melancolía sonríe detrás del viento, el miedo baila con la luz que se palpa en una fotografía, ella emigra bajo el oleaje de un "jamás" que arde, ausente un gesto se gasta mientras le hace preguntas a una piedra que muere, la alegría no tiene nada que decir, nada que defender, un ángel hace ruido dentro de una vocal cuando se toca la voz, un eco sexuado atrae aquellas frases que sueñan estar aquí con ella, "¡ ya te has ido !" grita entonces su corazón, es Rocío, bebe del silencio de un olvido que se sienta para inhalar mi muerte, llega el día en que mi poesía se suicida en una página en blanco que ha dejado de esperar mi caída dentro de ella, hay calaveras de vaca perdidas entre verdades fantasmas, su ternura se ensucia con sangre y después canta, el verbo yace al otro lado viendo que su cuerpo sin piel es como el vértigo, ¿ por qué el amor tiene actores mudos atados al rostro de cada amante ?, después cierra los ojos, gira en la niebla como una moneda de oro que se duerme en mí, sus senos se parecen a mi nombre abierto, lo extraigo desde sus pezones como si yo fuese la arenilla de su respiración, aún busco la luna rosa que se cayó en un bosque de niños perdidos, la felicidad tiene hilos de agua tan suaves como el tiempo con la boca puesta en la nada, la paz llora como una niña loba, hay un malabarista en las compuertas de una lágrima que envejece, los sueños beben sobre los huesos de un grito, una mano se extiende y toca la mía, tengo olas doradas que hacen el amor perdidas en la pelvis de un sabor inmóvil, mi vida llora sobre una palabra que rueda por mi cara, una burbuja cubre la ausencia de tus muslos cuando estás ebria, Serge hace un agujero con un llanto hecho de gris, la madrugada le pone pañales a las hojas suspendidas cuando es otoño en el horizonte, en el otro extremo del mundo un hombre se sube a una silla para ver como eres, después... cae herido de muerte.