Si te atreves a medir la verdad medio sollozando contra la pared, y buscas su imposible realidad, si las palabras olvidadas son espejos que suenan mágicamente, y si en los agujeros de la noche descubres silencios con forma de ángel, y te pulverizas los ojos sobre ese amor que dice que no sabe, si ves los jardines dentro de la escritura, y ves nacer hijas en sombras aturdidas, y pasan los perros, y te preguntan la hora, y mientras, una flor te explica el mundo con palabras, pero entonces los minutos transportan cerebros breves por el aire, y desciende música de un árbol que se arquea, háblale al silencio de la luz negra en el fondo de los ojos, deja la mente de las voces muerta a la sombra, que sean como un suicidio plateado errante, ideas que ya no usan la voz dorada del aire pero tienen bocas sedientas que piden socorro, y son jugos que giran, que arden cerrados, y chorrean cuando alcanzan el sonido de un orgasmo, nunca oprimas la mano de la soledad encerrada en tu beso, emana de un centro que no es tu centro, ella vive en las fisuras como un vacío triangular, y es que la agonía también tiene cachorros perfumados, y cantos desollados, hoy nadie enciende el color en el deseo de la tristeza, nadie quiere verlo calentarse como una lámpara en tu corazón, hay amores alumbrándose con fósforos, e hijas de reyes que se ahogan filtrándose a través de nieblas que caen sobre los bordes de la ternura, la vida es vino azul que se sale del ocaso, es desamor antiguo hasta perder el conocimiento, una ceremonia que coge y mata adjetivos, que los abraza hasta que se rompan, que no sabe qué hacer si no cesa tanto su querer, es necesario que comprendas que la lluvia puede ser un niño que te está silbando desde otro planeta, alguien que no has visto nunca y que no te verá jamás, el frió es extraterrestre, soy yo, vengo del último otro lado de ti que no llega desde donde figuran tus mapas, quiero que me estrangules en el lugar más pálido del mundo, ¿ sabes que muchas veces lo que importa es el abrir que se abre en una herida ?
