miércoles, 26 de febrero de 2014

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Dos promesas juegan a la ronda en los sueños, sobre un pozo oscuro llora el brillo de nuestro beso, la lluvia gime agitada por la pálida lumbre de sus propias gotas, mi infancia linda con la ausencia sulfurada de tus pupilas negras, me deben un vuelo los gorriones de la madrugada, y me palpo el asilo al no estar contigo, en el surco de los indistintos vi como la saliva se nos hizo un brebaje transitorio, yo dejo mi vida afuera, me voy donde me comienza el paraíso, el cuerpo me sobra como un muro donde el respiro está multiplicado, amor...¿es tu miedo y mi orgullo los que se han rebelado hace días?, ¿ dónde estamos hoy tan semejantes?, respiro terminal, un ahorcado se balancea con su tristeza incandescente, ¿dónde mutilé el silencio tuyo junto al mio?, vendrá el verdor solemne de tus plantas a redondear mis versos, porque tengo hambre de soledad son pocos los hambrientos en mi cadalso, me callé en mis huesos al borde de tu estruendo, cómo duele tu vida encima de todas mis dudas, por eso me bebo los rayos en el insomnio, y el silencio se desviste entre el cuchillo de la noche, los caracoles de la distancia son un cuento para niños que aletea, entonces seré íntegramente tuyo en tus eclipses, buscando esa frescura que asesina la visión de mis antípodas, me duele la vida si la impulsas con mis dedos, así es que recibo las verdades que no me debes, he tenido que tocar tu firmamento para callar todas las mareas en el despeñadero, me has enseñado a querer brotar en tu reposo, llévame contigo, me salí de la bondad, me hice un ácido en ti, quiero tu vuelo atenuado, ser un pedazo de espíritu sobre el acantilado de tu carne sabia, hacerte el amor desde la espesura de tus rumbos, ser tu trago, tu sorbo, pero también habitante de tu crecimiento eterno, y para cuando callen mis duendes sobre tus labios, yo te seguiré cuando me escondas para que aparezca en tu voz , vamos, acércate ya, aquí reposo.